Desalinización del agua de mar: una vía para la obtención de agua potable en la Patagonia Argentina

Desalinización del agua de mar: una vía para la obtención de agua potable en la Patagonia Argentina

En el marco de una creciente escasez hídrica, el agua para consumo humano obtenida por métodos de desalinización a partir de agua de mar se está convirtiendo cada vez más en una opción idónea para abordar las necesidades domésticas y municipales.

Las fuentes de agua para el consumo humano, como la lluvia, el deshielo, los ríos, los lagos, y los acuíferos, ya no son suficientes para satisfacer las demandas en áreas con escasez de agua. Estimaciones recientes sugieren que el 40 % de la población mundial se enfrenta a una grave escasez de este recurso, que aumentará al 60 % para 2025 [1]. Estas estadísticas indican que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, dirigido a garantizar la disponibilidad de agua limpia para las generaciones actuales y futuras, será muy difícil de cumplir.

El agua dulce representa solo el 2,5% del volumen total de agua en la tierra [1]. Muchas regiones del mundo experimentan escasez de agua dulce debido al aumento sostenido de su consumo y los cambios ambientales que reducen la confiabilidad de los recursos hídricos tradicionales.

En el caso de la provincia argentina de Chubut, las características predominantes de la zona costera y meseta intermedia corresponden a una zona árida, lo cual hace que el recurso agua sea un elemento fundamental para su desarrollo.  En agosto de 2021, la Legislatura de esa provincia aprobó el Proyecto de Ley N° 062/21, enviado por el Poder Ejecutivo, que declara la Emergencia Hídrica en esa región por el lapso de 1 año (Honorable Legislatura de la Provincia del Chubut, 2021). La razón para esta declaración es que en Chubut se observa una disminución del caudal del Río homónimo (fuente de agua potable de la región noreste de la provincia) en su ingreso al Dique Florentino Ameghino; como así también se advierte un fuerte descenso en la cota del Lago Musters, de los caudales del río Senguer, de los arroyos Genoa y Apeleg, y de los ríos Corcovado y Gualjaina; como resultado de las escasas precipitaciones a lo largo del año hidrológico. Los pronósticos climatológicos actuales indican que esta tendencia se agudizará, y se espera una reducción aún mayor de los caudales de los cursos de agua.

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Autoras:

Graciela Abuin y Norma De Cristofaro