¿Hay interés por las finanzas sostenibles en América Latina?

¿Hay interés por las finanzas sostenibles en América Latina?

De acuerdo con el Índice de Finanzas Sostenibles (IFS) del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), los países más emisores de gases de efecto invernadero de esta región presentan bajos niveles de finanzas sostenibles.

El índice es una herramienta que, con base en cuatro variables, mide que tan sostenibles son las finanzas públicas de los países. Esto es, mide 1) los ingresos provenientes de fuentes internacionales que tiene como objetivo atender el cambio climático; 2) los egresos asignados vía presupuesto público, a la atención explícita del cambio climático; y los compara contra 3) los ingresos de fuentes tributarias y no tributarias asociadas a actividades intensivas en carbono causantes del cambio climático; y 4) los egresos presupuestarios asignados a actividades intensivas en carbono. Esto para saber que tanto las finanzas se han desacoplado de las actividades intensivas en carbono y transitado hacia unas más sostenibles. Cada variable vale un punto, las variables positivas se suman y las negativas se restan. Un país con finanzas sostenibles muy altas tendría que tener 4 puntos.

El Salvador es el país mejor situado con una puntuación de 2.7 de 4 puntos, debido a que cuenta con altos niveles de ingresos sostenibles y bajos ingresos y egresos en actividades intensivas en carbono. Mientras que México, Trinidad y Tobago y Uruguay aparecen en los últimos 3 lugares del ranking con finanzas sostenibles muy bajas.

Durante los 3 años de análisis, 6 países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador) han mejorado su posición en el IFS. Por ejemplo, Argentina pasó de una puntuación de 1.3 en la primera edición a una puntuación de 2.2 en la tercera edición del Índice.

El análisis por variable muestra que en materia de ingresos sostenibles Cuba es el más alto. Esto porque del 100 % de sus ingresos provenientes de financiamiento para el desarrollo en 2020, 42.30 % está asociado con la atención del cambio climático, seguido de Costa Rica con 40.21%.

De igual forma, Cuba aparece con el puntaje más alto en la variable de presupuestos sostenibles. Esto debido a que del 100% del total de presupuesto establecido en 2021, Cuba asignó 5.51% a actividades asociadas a la atención del cambio climático, como la transición energética (eficiencia energética y energía renovable) en el sector energético, y la atención de los denominados desastres naturales.

Mientras que el resto de los países asignaron menos de 1% del total de su presupuesto en 2021. Mostrando que en cuanto a asignación presupuestal la atención del cambio climática no es prioritaria en la mayoría de los países, al menos no de manera explícita.