La Unión Europea aprueba medidas para disminuir las emisiones de metano en el sector energético
El Consejo Europeo ha implementado nuevas normas para medir, reportar y verificar las emisiones de metano en el sector energético, con el objetivo de reducir el impacto climático de este gas de efecto invernadero, que es 30 veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).
Como parte del paquete “Objetivo 55”, la nueva regulación de la Unión Europea establece requisitos para la medición, el informe y la verificación de las emisiones de metano en el sector energético. Las medidas incluyen la detección y reparación de fugas de metano, así como la limitación de la ventilación y la quema de este gas, con el fin de reducir su liberación. Las herramientas de monitorización global garantizarán la transparencia en las emisiones de metano provenientes de las importaciones de petróleo, gas y carbón hacia la UE.
El metano es un gas de efecto invernadero de corta duración, pero hasta 30 veces más potente que el CO2, lo que lo convierte en el segundo gas más relevante en términos de impacto climático. Para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1.5°C y lograr la neutralidad climática para 2050, es esencial reducir las emisiones de metano en los sectores de petróleo, gas y carbón. Esta legislación asegura un monitoreo adecuado y aborda las emisiones en estas cadenas de suministro.
Los operadores estarán obligados a medir las emisiones de metano en el origen y a elaborar informes de monitoreo que serán verificados por entidades independientes acreditadas.
Los Estados miembros mantendrán y actualizarán regularmente un inventario de todos los pozos, junto con planes de mitigación para pozos inactivos, para prevenir riesgos para la salud pública y el medio ambiente debido a las emisiones de metano. También medirán y monitorizarán las emisiones de las minas de carbón cerradas o abandonadas durante menos de 70 años, ya que el metano puede seguir liberándose después de que se detiene la producción.
Las autoridades nacionales llevarán a cabo inspecciones periódicas para verificar y garantizar el cumplimiento de los operadores con los requisitos de la nueva regulación, incluyendo la adopción de medidas correctivas cuando sea necesario.
Medidas de prevención y mitigación
Las nuevas normas requieren que los operadores detecten y reparen las fugas de metano. Los operadores deberán realizar inspecciones de fugas en diversas infraestructuras a intervalos establecidos.
Posteriormente, deberán reparar o reemplazar todos los componentes que superen ciertos niveles de fugas de metano inmediatamente después de su detección, y a más tardar en un plazo de cinco días. El periodo máximo para completar una reparación según las nuevas normas es de 30 días.
Además, la regulación prohíbe la ventilación y la quema de metano en las estaciones de drenaje para 2025 y en los pozos de ventilación para 2027, excepto en casos de estricta necesidad, emergencia o mal funcionamiento.
Emisiones de metano fuera de la UE
También se monitorizarán las emisiones de metano de las importaciones energéticas de la UE. Las nuevas normas introducen herramientas de monitoreo global para aumentar la transparencia de las emisiones de metano provenientes de las importaciones de petróleo, gas y carbón en la UE.
Próximos pasos
La regulación entrará en vigor 20 días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE. La Comisión revisará la aplicación de la regulación en 2028, incluyendo el nivel de reducción de emisiones logrado.
Antecedentes
La propuesta de regulación para la reducción de emisiones de metano en el sector energético fue presentada por la Comisión Europea en diciembre de 2021, bajo la Comisaria de Energía Kadri Simson. Esta medida sigue la estrategia de metano de la UE de 2020 y forma parte del paquete legislativo “Objetivo 55”, que busca alcanzar la neutralidad climática en la UE para 2050.