McCain, comprometida con la preservación de los suelos

McCain, comprometida con la preservación de los suelos

La compañía líder en productos congelados fomenta la agricultura regenerativa como modelo productivo.

La compañía mantiene rigurosos estándares de calidad y trabaja en colaboración con los productores para aplicar buenas prácticas agrícolas. Las mismas están orientadas a la protección de la biodiversidad, la fertilidad y protección contra la erosión de los suelos y a la reducción de la contaminación de los espacios naturales (suelo, aire, agua) a través del uso racional de productos químicos, fertilizantes y la reducción de desechos orgánicos e inorgánicos en cada una de las distintas etapas del proceso productivo y de distribución. 

McCain Argentina utiliza distintos tipos de productos agroquímicos, todos habilitados para el cultivo y en cumplimiento de la normativa local. Asimismo, la compañía testea periódicamente sus lotes, tomando muestras de papa previo a la cosecha para hacer análisis de residuos y así poder detectar el uso de productos que no estén permitidos o tengan un impacto en el medio ambiente.  

El departamento de Agronomía de la marca trabaja constantemente para investigar y desarrollar nuevas variedades y procesos tecnológicos que garanticen cosechas exitosas, alineadas con sus valores de protección del medio ambiente. El esfuerzo se refleja en la elección de lotes, en la plantación, la fertilización, en el riego, la selección de semillas y en el monitoreo de plagas.

“Tenemos un compromiso muy fuerte con mantener la salud del suelo a través de nuestras iniciativas”, sostiene Carolina de Lasa, Agronomy Manager para Argentina y Colombia de McCain. “Reimaginar una forma más sostenible de cultivar es un elemento clave en el camino hacia una alimentación más respetuosa con el planeta”.

A nivel global, McCain creó seis pilares para el desarrollo de la agricultura regenerativa. Ellos son: garantizar la resiliencia de los campos por medio de mejoras continuas del suelo y la adaptación a los cambios climáticos, reducir al máximo las prácticas dañinas y mantener los nutrientes necesarios para la salud de la tierra, mejorar la diversidad, mediante la rotación de semillas y cultivos, reducir el uso de químicos y optimizar el consumo del agua, cubrir el suelo con distintas plantas, e integrar la pecuaria en el campo.

“El impacto positivo de estas iniciativas aumenta la capacidad de captura y secuestro de carbono, lo que a su vez reduce nuestras emisiones de gases de efecto invernadero”, afirma de Lasa.

La compañía asumió el compromiso de implementar estas prácticas en el 100% de sus hectáreas para el año 2030, dejando en evidencia que la mirada está puesta no solo en el presente sino también en las generaciones futuras.