Metas y desafíos para la cadena de valor de los plásticos

Metas y desafíos para la cadena de valor de los plásticos

La disposición final inadecuada de los residuos de plástico produce alto impacto ambiental. La economía circular ofrece grandes oportunidades para reducir los impactos negativos que tiene esta actividad sobre el ambiente, creando empleos y oportunidades de negocio.

La importancia económica de la cadena de valor de los plásticos se debe fundamentalmente a su carácter de productora de insumos de uso difundido, ya que los productos plásticos suelen ser demandados por una gran cantidad de industrias (alimenticia, automotriz, eléctrica y electrónica, textil, insumos para la construcción, muebles, entre otras) y por el aumento tendencial de su consumo per cápita (sustitución de otros materiales y nuevas aplicaciones). De allí que desde estas mismas industrias consumidoras se pueda implementar el circuito hacia las empresas de reciclado y los productores de objetos. La producción de la Argentina y Brasil conforman un único mercado regional. Esta configuración responde tanto a escalas eficientes de producción -que exceden el tamaño del mercado nacional- como a la fuerte incidencia del Arancel Externo Común en los flujos de comercio.

Esta cadena de valor es de gran importancia para la estructura productiva del país, con una participación del 1,4% en el PBI, no sólo por el propio peso, sino también por la vinculación que tiene con otras cadenas de valor como productora de insumos para una gran cantidad de industrias:

  1. a) Procesamiento del petróleo para materias primas para la industria petroquímica.
  2. b) La industria petroquímica que produce los polímeros que utiliza la industria plástica. Los plásticos reciclados sustituyen y complementan a la materia prima virgen por lo que la gestión de los residuos y el reciclado tienen un rol importante y creciente. También forma parte de esta cadena la producción de bioplásticos.
  3. c) La industria manufacturera del plástico elabora productos finales y también bienes intermedios que son utilizados por una diversidad de actividades.

En 2016 se registraron 2.516 empresas transformadoras plásticas, de las cuales el 70,5% tienen entre 1 y 10 empleados, el 24% tiene entre 11 y 50, el 3.5% tiene entre 51 y 100 empleados y solo 2% de las firmas tiene más de 100 empleados.

En 2018, se recuperaron 251.400 toneladas de plástico, de las cuales 241.400 toneladas son de reciclado mecánico y 10.000 toneladas como recuperación energética en hornos de cemento. En virtud de un consumo aparente de 1.651.468 toneladas, esto representa que cerca de un 26% del total del reciclado de envases, embalajes y packaging han sido valorizados. La industria recicladora del plástico tiene aún un 40% de capacidad instalada ociosa.

Del total de los RSU aproximadamente entre 15% y 20% es plástico, y del total del plástico que compone el RSU, el 41% corresponde a PEBD.

Los productos de plástico se configuran de la siguiente manera: plásticos comunes, que se abastecen con reciclado y producción local; PET, que solo se importa lo que no logra abastecerse con reciclado y producción local; y plásticos de ingeniería, que son materiales que no se generan en el país por lo que hay que importarlos, pero son volúmenes pequeños y son materias vírgenes.

Es un sector muy sensible a la inestabilidad macroeconómica, por lo cual ha sufrido una gran volatilidad en el transcurso de las diversas crisis que ha sufrido el país. Por lo tanto, retomar la senda de la estabilidad de las principales variables macro, constituye una condición necesaria, pero no suficiente, para el crecimiento del sector plástico.

El sector está compuesto por unas 150 empresas recicladoras de plástico (CAIRPLAS), la mayoría de las cuales son pequeñas y se concentran en el Conurbano de la Ciudad de Buenos Aires, aunque aproximadamente la mitad de las provincias se dedican a la recuperación y en algunos casos generan empleos altamente precarios, generando materiales de baja calidad, y sin respetar los procesos necesarios para el cuidado del ambiente.

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Autores:

Lic. Witold Kopytyński, Lic. Luis Lehmann, Lic. Ariel Clebañer, Lic. Juan Pablo Sánchez

Consultores de la Cámara Empresaria de Medio Ambiente (CEMA)