29 de abril – Día del Animal: proteger la vida en red

29 de abril – Día del Animal: proteger la vida en red

Por Pablo Dovico
Especialista en Conservación de Fundación Temaikèn

¿Qué tienen en común un ciervo de los pantanos -herido por una bala, transitando el Delta-, un mono carayá encontrado en una casa en Buenos Aires y un aguará guazú descubierto a muchos kilómetros de su hábitat natural? Todos estos casos tienen que ver con una misma problemática: la falta de una respetuosa coexistencia del ser humano con los animales silvestres.

La conservación de la vida animal es un desafío que atraviesa no solo a las organizaciones dedicadas a esta tarea sino a todos los actores que habitamos el planeta. Más allá de una convivencia cada vez más cercana, es necesario poder mantener un equilibrio saludable para el bienestar de todos. ¿Qué significa? Si hay un eslabón que falta o falla en esta red de biodiversidad, el impacto lo sufrimos todos.
Por eso, cada 29 de abril, además de conmemorar el día del animal y de recordar a Ignacio Lucas Albarracín -un referente en la lucha por el bienestar de los animales-, es una oportunidad para hacer un repaso de dónde nos encontramos en materia de conservación de los animales silvestres. Y lo más importante, saber qué podemos hacer. 

Biodiversidad en peligro

De acuerdo con el Informe Planeta Vivo (IPV) 2020 del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), durante los últimos cincuenta años las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68% en promedio; en América Latina el resultado es aún más impactante, con una reducción del 94%. Además, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), establece que aproximadamente 5.200 especies de animales se encuentran en peligro de extinción: el 11% corresponde a aves, un 20% a reptiles, un 34% a peces y un 25% a anfibios y mamíferos.

La biodiversidad disminuye a un ritmo sin precedentes y las presiones que causan esta disminución se intensifican. Incendios, tráfico ilegal, caza, la ampliación de las fronteras inmobiliarias y agropecuarias generan un costo muy alto para la salud del planeta y de la humanidad.

En la Argentina son cada vez más frecuentes los casos en que las especies autóctonas son afectadas por esas contingencias ambientales. Animales como el ciervo de los pantanos, el cardenal amarillo, el cóndor andino, el huemul, el aguará guazú o el tiburón gatopardo, entre otras especies, se encuentran en peligro. ¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?

Redes en acción


Una de las formas más eficientes de proteger y conservar las especies de animales (y la biodiversidad en su totalidad) son las acciones llevadas a cabo mediante alianzas estratégicas que involucran a diversos actores clave en la consecución de este objetivo. Estas acciones de conservación pueden ser de dos tipos: lo que se conoce como “in situ” y que transcurren en el territorio y las “ex situ” o fuera de los territorios.

La creación de áreas naturales protegidas y el fortalecimiento de las capacidades de los actores locales son ejemplos de acciones en territorio. Acciones de conservación ex situ son el rescate y rehabilitación de fauna silvestre afectada por causas humanas y/o ambientales, la investigación aplicada a la conservación (por ejemplo, fisiología, comportamiento animal, manejo bajo cuidado humano, etc.), la reproducción y crianza asistida para el fortalecimiento de poblaciones silvestres y las acciones de educación ambiental, entre otras. En estas últimas actividades, resulta de particular peso el aporte de organizaciones zoológicas de vanguardia, como bioparques y centros de rescate.

La mayor red del mundo, con fuerte presencia argentina

Existen diferentes redes que albergan a los distintos sectores. Un ejemplo de alianza estratégica es el acuerdo firmado en 2020 entre Fundación Temaikèn y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la red ambiental más grande del mundo. Allí se acordó la creación del Centro de Supervivencia de Especies (CSE) Argentina con el fin de identificar y fortalecer acciones de conservación e implementar planes de acción para la conservación de la biodiversidad en la Argentina y América Latina. Otro tipo de alianza es la que incluye al sector privado, aquellas empresas que apoyan los esfuerzos y suman recursos adicionales para la conservación de especies y áreas y la educación.

Fundación Temaikèn es una organización de conservación argentina que nació hace 20 años. Multiplicó su labor en diferentes escenarios del país y la región e integra distintas redes de trabajo junto a otras organizaciones y distintos organismos del Estado y gobiernos nacionales, provinciales y municipales. Su labor incluye el fortalecimiento de poblaciones de especies silvestres a través del rescate, reinserción y recuperación de especies amenazadas; el fortalecimiento de las áreas de conservación y la generación de corredores biológicos que garanticen la conectividad entre los ambientes y sus procesos ecológicos; la construcción de ciudadanía, promoviendo cambios de actitudes e incentivando la formación de agentes de cambio; la generación de conocimiento que permita establecer estrategias eficientes e innovadoras para conservar la biodiversidad; la formación de capacidad instalada para sobrellevar los desafíos ambientales y generar alternativas sostenibles y promoción de políticas públicas y alianzas intersectoriales.

Los animales y la biodiversidad dependen de las acciones que nosotros tomemos como sociedad. Uniendo fuerzas y creando alianzas multidisciplinarias podremos generar herramientas valiosas para hacer frente a dos grandes desafíos: la extinción de las especies y la pérdida de la biodiversidad.