Este año, el Día Mundial de la Vida Silvestre tiene como lema “Alianzas en favor de la conservación de la vida silvestre”, en homenaje a todas aquellas personas que marcan la diferencia. Desde Fundación Vida Silvestre Argentina trabajamos hace más de 45 años junto a la comunidad, organizaciones, sector privado y gobierno, por la protección y restauración de hábitats naturales, la conservación de especies nativas, la mitigación de las amenazas, la creación y correcta aplicación de leyes ambientales y la promoción de buenas prácticas productivas y empresariales compatible con la conservación de la naturaleza.
Actualmente, el mundo enfrenta una doble emergencia ocasionada por los seres humanos, compuesta por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad -el planeta atraviesa la sexta extinción masiva de especies-, que amenazan el bienestar de la humanidad.
Según el Informe Planeta Vivo 2022 de WWF, la velocidad y la escala del impacto negativo que las actividades humanas tienen en la naturaleza se manifiestan en el descenso promedio del 69% en la abundancia de las poblaciones de mamíferos, reptiles, aves, peces y anfibios de todo el mundo. Esto es todavía más preocupante en Latinoamérica y el Caribe -una de las regiones más biodiversas del planeta-, en donde se registra el declive regional más alto, con una disminución del 94% en las poblaciones monitoreadas.
Estos datos -que se sostienen año a año- dejan en claro el crudo panorama del estado de la biodiversidad y advierten urgentemente a los gobiernos, las empresas y a la sociedad en general a tomar medidas transformadoras que reviertan su destrucción. Ya no alcanza sólo con incrementar las acciones de conservación, como ser la creación de áreas protegidas -que sin dudas hay que seguir incrementando-, sino que necesitamos darle más importancia al trabajo en restauración de ecosistemas completos con su flora y fauna clave que se ha ido perdiendo en las propias áreas conservadas y en los paisajes productivos.
En Argentina, actualmente existen 395 especies de mamíferos, siendo el décimo del mundo con mayor número de mamíferos y el cuarto de América del Sur. El 24% de las especies de mamíferos de Argentina están amenazadas (Vulnerable, En Peligro o En Peligro Crítico); esto quiere decir que tienen alto o extremadamente alto riesgo de extinción en estado de vida silvestre. Actualmente, existen 7 especies en peligro crítico, incluyendo varias de las especies prioritarias con las que trabajamos, como el venado de las pampas y el yaguareté. La perdida y degradación del hábitat fue la mayor amenaza, afectando al 75% de las especies de mamíferos. Otras amenazas, según el grupo de especies incluye: caza ilegal, atropellamientos en rutas, depredación por perros, contaminación, enfermedades y especies exóticas.
Con respecto a las aves, nuestro país registra más de 1.000 especies de aves, lo que representa un 30% del total de las especies registradas en Sudamérica, muchas de las cuales presentan algún grado de amenaza. De ellas el 10,35% se encuentra bajo alguna categoría de amenaza. Entre estas se destaca la situación de las especies endémicas por ser un grupo de particular interés y prioridad para la conservación de la biodiversidad.
Respecto a los ecosistemas, la severa e incesante pérdida y degradación de los ambientes naturales también refleja con contundencia la crisis ambiental que detectamos en la biodiversidad y en la provisión de los servicios ecosistémicos. La pérdida de bosques nativos es un claro ejemplo. El informe “Monitoreo de la superficie de bosque nativo de la República Argentina – Año 2021” de la Dirección Nacional de Bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación señala entre los principales resultados: La pérdida de bosque nativo del año 2021 en las regiones Bosque Andino Patagónico, Espinal, Monte, Gran Chaco, Selva Paranaense y Yungas fue de 205.492 hectáreas. Las provincias donde se registraron las mayores pérdidas de bosque nativo, en valores absolutos, fueron Santiago del Estero, Formosa, Chaco y Salta, representando el 64% del total de pérdida del país. Cuando se analizan las causas que generan las pérdidas de bosque nativo a nivel nacional se observa que en 2021 la mayoría (36%) de los reemplazos del bosque son a causa del uso agropecuario, seguidos de los debidos a incendios (33%), seguidos de posible uso silvopastoril (23%).
En relación a los océanos, la situación de los tiburones y rayas es muy delicada. La abundancia en el mundo de 18 de las 31 especies de tiburones y rayas oceánicas se han reducido un 71% en los últimos cincuenta años. En clave local, en el Mar Argentino existen unas 12 especies de grandes tiburones, presentes tanto en las costas, en mar abierto, como en las profundidades. Entre ellos el Escalandrún, uno de los representantes por excelencia de nuestras costas, que en la actualidad se encuentra en peligro crítico de extinción.
Entre las amenazas que afectan a la fauna de manera directa se encuentra la caza y la pesca. Es inaceptable que en un contexto de crisis de extinción no logremos a través de la educación y concientización y la aplicación de la ley, evitar que sigan ocurriendo eventos donde por caza furtiva muere un yaguareté en el bosque chaqueño, un tapir en la selva misionera, un ñandú en los pastizales pampeanos o un escalandrún en el mar argentino. De la misma manera, tampoco es aceptable que la solución al conflicto que ocurre entre los pumas y la ganadería ovina en Patagonia sea abordada por la única vía de la eliminación del carnívoro silvestre como si esa fuera la solución a un problema productivo que tienen profundas raíces de mal manejo por nosotros”
Nuevamente y como le exponen de manera inequívoca y reiterada cada nota que aborda la crisis ambiental que atravesamos, sepamos que está en nuestras manos trabajar para torcer la curva de pérdida de biodiversidad y por ende los servicios ambientales asociados, como también está en nuestras manos seguir este camino firme y constante hacia le extinción, que en el futuro más o menos lejano puede incluirnos también como especie. ¿Qué pensás hacer al respecto?
Autor: Fernando Miñarro, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina
Fuente de referencia: https://wwfar.awsassets.panda.org/downloads/alerta_roja_biodiversidad_recomendaciones_post_2020____nov22.pdf
