
Bienestar en Vacaciones: cómo las empresas pueden acompañar en el descanso
Por Ana Ines Zwolinski, Nutricionista One Health
Cierre de año, reuniones, entregas pendientes… el cansancio se acumula. Cada vez más líderes empresariales reconocen que promover el bienestar es una inversión estratégica. Más del 90% de ellos afirma que acompañar a los empleados en su bienestar impacta directamente en productividad y rendimiento.
La evidencia científica también confirma que las vacaciones contribuyen a reducir síntomas de ansiedad y depresión, y mejoran la salud cardiovascular. En otras palabras, cuidar el descanso de los equipos genera beneficios que trascienden lo individual y se reflejan en los resultados del negocio.
Antes de las vacaciones: gestionar las tareas y la energía
Llegar agotado a las vacaciones puede arruinar incluso los mejores planes de descanso. Por eso, el período previo es clave. Algunas estrategias eficaces incluyen:
• Micro hábitos de bienestar: pausas activas, hidratación, alimentación saludable y movimientos de ergonomía esencial.
• Gestión emocional del cierre: definir prioridades, soltar tareas no urgentes y mantener una comunicación clara con el equipo.
• Acciones empresariales concretas: talleres breves de manejo del estrés, consultas con kinesiólogos, programas de gimnasia laboral y cierre planificado de pendientes para evitar trabajar durante las vacaciones.
Implementar estas iniciativas puede reducir el ausentismo, demostrando que la prevención comienza antes del descanso.
Durante las vacaciones: recuperar, reconectar, renovar
El descanso verdadero implica desconexión, movimiento y contacto social. Estudios muestran que los beneficios de las vacaciones pueden mantenerse hasta 21 días después del regreso al trabajo. Para aprovecharlo al máximo:
• Fomentar actividades físicas placenteras como caminatas, deportes recreativos, senderismo.
• Priorizar la desconexión tecnológica y laboral.
• Reconectar con familiares, amigos o actividades que generen placer y significado.
Estas prácticas no solo mejoran la salud física y mental, sino que también fortalecen la resiliencia del equipo.
El regreso: que la transición no sea disfuncional
Volver al trabajo puede ser un desafío si no se maneja con cuidado. Para suavizar la transición:
• Implementar pausas frecuentes y cargas de trabajo graduales durante la primera semana.
• Realizar actividades de reencuentro y teambuilding.
• Revisar expectativas y proyectos con realismo, evitando la sobrecarga inmediata.
Las empresas pueden acompañar este período ofreciendo masajes, pausas activas y talleres de hábitos saludables, asegurando que la energía del descanso se traduzca en motivación y creatividad.
Bienestar como cultura: el día a día que previene el agotamiento
Las empresas que integran el bienestar en su cultura diaria observan un retorno de inversión. Estrategias sostenibles incluyen:
• Pausas activas semanales y gimnasia laboral continua.
• Programas de manejo del estrés, la epidemia que afecta a gran parte de los trabajadores. Las actividades deben incidir en temas como sueño, alimentación, relaciones sociales y muchas más herramientas para manejo emocional.
• Celebración de logros y fomento del sentido de propósito en los equipos.
Mantener estos hábitos previene la acumulación de cansancio y fortalece la resiliencia de la organización, generando empleados más saludables, comprometidos y productivos.
Este compromiso estratégico se refleja en menos ausentismo, mayor creatividad, mejores resultados y equipos más satisfechos. Una cotidianeidad laboral de bienestar construye un capital humano más fuerte y sostenible.
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