La iniciativa es parte del acuerdo alcanzado entre la unidad de vinculación tecnológica CEDyAT y la Universidad de Rovira (España). Una estará en Atucha y otra en las inmediaciones de la Central Nuclear de Embalse, en Río Tercero.
Este logro es también producto de la intervención de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), que ha donado a la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA). Las dos estaciones tecnológicas que, además de centralizar la información, son capaces de emitir alertas y generar información sensible en base a datos relevados sobre la calidad del medioambiente en tiempo real.
Estos equipos medidores analíticos gamma en aire de alta precisión, que pueden ser controlados técnica y científicamente de manera remota, “permiten medir una serie de isótopos radiactivos que pueden ser naturales o resultado de la actividad propia de las centrales nucleares. Y recoger información de las condiciones del tiempo atmosférico, datos que son interpretados en conjunto con la información ambiental proporcionada por el equipo detector de isótopos”, detalló el Dr. Marcelo Ferrero, especialista en Medioambiente del CEDyAT que trabaja en la instalación es estas estaciones junto con el Lic. Fabio Gaute, de la NASA.
Los datos serán analizados en conjunto con la Universidad de Rovira para impulsar un observatorio que permita desarrollar soluciones a partir de las evidencias recolectadas y monitoreo de la biodiversidad, el diagnóstico de las limitantes y potencialidades territoriales, compartir y divulgar recursos de datos, proponer lineamientos ambientales, desarrollar trabajos interinstitucionales e interdisciplinarios, y generar proyectos y colaboraciones en actividades de prioritario interés para el sector público y/o privado del país.
Así, es posible difundir y comunicar diversas problemáticas, prácticas y experiencias, articulando la ciencia, la tecnología y la sociedad, a través de lazos y redes entre gobiernos y organizaciones ambientales.