El rol de los consumidores, clave para el cambio

El rol de los consumidores, clave para el cambio

El consumo responsable se puede definir como la práctica de tomar decisiones informadas sobre los productos y servicios que adquirimos y cómo los usamos, con el objetivo de minimizar el impacto negativo en el medio ambiente y en la sociedad. Esto implica considerar la sostenibilidad a lo largo de todo el ciclo de vida del producto o servicio, desde su diseño y producción hasta su uso y disposición final.

Por Salvador Álvarez Patuel
Gerente General de IBM Consulting para la Argentina, Paraguay y Uruguay

En la actualidad, la sostenibilidad se ha vuelto cada vez más relevante en las decisiones de compra y en las preferencias de marca de los consumidores. Según un estudio de IBM y la Federación Nacional de Retailers (NRF), la mitad de los encuestados estarían dispuestos a pagar un precio extra por la sostenibilidad y el 62% cambiaría sus hábitos de compra en pos de reducir el impacto ambiental. En este contexto, la sostenibilidad emerge como un imperativo de negocio en la construcción y diferenciación de una empresa. De esta manera, los datos aparecen como una pieza clave para ayudar a las empresas a tomar mejores decisiones y transformar sus negocios con foco en estrategias sustentables que recorran toda la organización.

Responsabilidad del consumir, qué tener en cuenta

El 44% de los consumidores toma decisiones de compra basadas en los propósitos de las marcas, buscan corporaciones con compromisos y valores con los cuales el usuario pueda identificarse. Los consumidores quieren estar informados sobre los impactos ambientales y sociales de los productos que compran y tener acceso a información transparente y confiable sobre su ciclo de vida para tomar decisiones informadas y elegir productos y servicios que contribuyan a un mundo más sostenible y justo. La tecnología puede facilitar la auditoría de procesos y el acceso a los datos, ayudando a la credibilidad de la marca. 

La importancia de la sostenibilidad tampoco pasa desapercibida para los líderes de la región. El estudio anual de IBM que encuesta a más de 3000 CEOs en todo el mundo – incluyendo Argentina – demostró que la mitad de los encuestados en Latinoamérica considera la sostenibilidad como una prioridad para sus organizaciones. Sin embargo, el mismo porcentaje la identifica como uno de los mayores desafíos en los próximos años. La alianza entre tecnología y sostenibilidad se posiciona como un eslabón central para hacer frente a las incertidumbres, cambios y barreras, logrando una ventaja competitiva ante las oportunidades y desafíos del contexto.

 

Cómo las empresas se convierten para sumarse a este proceso

Desde IBM trabajamos para ser el socio de las empresas en ese viaje para acelerar sus esfuerzos y convertirse en empresas sostenibles, con estrategias, objetivos y métricas claras. Se trata de una transformación cultural que asume cada uno de los colaboradores y la empresa en su conjunto.

Esta transformación empieza por revisar los procesos y definir espacios de mejora, para que la organización funcione de manera más eficiente. Una vez definidos los objetivos de sostenibilidad, comenzamos a trabajar en las áreas que necesitan transformarse y esto, a su vez, se conecta con la estrategia de negocio, para que la empresa funcione de manera integrada. A través de tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización, podemos optimizar procesos, analizar y obtener valor de los datos de la organización para tomar decisiones informadas, fomentar la colaboración y diferenciar a la empresa con soluciones innovadoras y actualizadas. De esta manera, se puede lograr un impacto positivo tanto para los resultados financieros como para la transformación empresarial; lo cual conduce a destacarse en las preferencias de marca de los consumidores.

Las empresas pueden sumarse al proceso de consumo responsable a través de diferentes estrategias y prácticas. Por ejemplo:

  • Adoptar prácticas sostenibles en su cadena de suministro: tomar medidas para reducir su impacto ambiental en toda su cadena de suministro, desde la selección de materiales hasta el transporte y la disposición final. Por ejemplo, el uso de materiales y procesos sostenibles, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la gestión responsable de residuos.
  • Promover la transparencia y la responsabilidad: comprometerse a ser transparentes sobre sus prácticas y desempeño ambiental y social. Esto incluye informar públicamente sobre su huella de carbono, sus prácticas laborales y la ética empresarial en general.
  • Desarrollar productos y servicios sostenibles: diseñar y producir productos y servicios que sean más sostenibles y responsables. En esta parte el foco está en la innovación en productos y tecnologías que reduzcan la huella de carbono, el uso de materiales y energía renovables y la promoción de prácticas comerciales justas y éticas.
  • Fomentar la educación y la conciencia: trabajar en estrecha colaboración con sus clientes y socios de todo el ecosistema para fomentar la educación y la conciencia sobre el consumo responsable y la sostenibilidad en general. La clave es la promoción de prácticas sostenibles, la capacitación de empleados y clientes y la creación de programas educativos y de concientización.

Los líderes empresariales ya son conscientes de la importancia de una estrategia a largo plazo para alcanzar sus metas, mientras que los clientes y colaboradores ya están presionando en su favor. Es momento de que todas las corporaciones trabajen en tener clara una estrategia de sostenibilidad alineada con sus negocios así como los asociados correctos para ayudarlos a crear ese viaje con objetivos claros, medibles y transparentes.