Kimberly-Clark presentó su Informe Global de Sustentabilidad 2022

Kimberly-Clark presentó su Informe Global de Sustentabilidad 2022

Con el propósito de brindar “Un Mejor Cuidado para un Mundo Mejor”, la empresa de productos para el cuidado personal continúa avanzando hacia el cumplimiento de sus metas de sostenibilidad y responsabilidad social.

En 2020, la empresa fijó la meta global de beneficiar la vida de 1 mil millones de personas en todo el mundo hasta 2030. En la actualidad, algunas de las acciones de sustentabilidad e impacto social que implementó en Latinoamérica alcanzaron a 30 millones de personas en América Latina desde 2015. A través de iniciativas lideradas por las marcas como los programas Ella Puede, Baños Cambian Vidas y Un Abrazo para Cada Bebé de Huggies, donaciones de productos y plataformas educativas de sus marcas Huggies, Kotex y Plenitud, la compañía ha alcanzado un hito importante hacia la meta regional de impactar 150 millones de vidas.

“Creemos que la sostenibilidad implica no solo la reducción de la huella ambiental de nuestras operaciones, sino también la contribución al bienestar de las comunidades en las que operamos. América Latina es clave para nuestro negocio y, por lo tanto, fundamental para nuestros objetivos sostenibles. Tenemos la meta de impactar a 150 millones de personas en la región hasta 2030”, explicó Gonzalo Uribe, presidente de Kimberly-Clark para Latinoamérica.

El Informe de Sustentabilidad destacó avances en términos de reducción de la huella ambiental de sus operaciones, especialmente agua y carbono. La compañía se compromete a reducir a la mitad su huella ambiental general para 2030.

Respecto al reciclaje, la reutilización, el compostaje y el procesamiento de todos los residuos generados en sus operaciones, al momento, el 100% de sus fábricas es Latinoamérica no envían desechos a vertederos.

En Argentina, las dos plantas que la empresa posee en San Luis y Pilar son Zero Waste Landfill, es decir que no se envían residuos a enterramiento. En San Luis, donde se producen pañales se recicla todo tipo de material. El cartón segrega y clasifica para venderse y puede entrar nuevamente al proceso productivo, mientras que la celulosa se usa para producir combustible para un horno cementero.

En la planta de Pilar, donde se fabrican productos de protección femenina, productos para incontinencia leve y toallitas húmedas, el desecho de producción es compactado para convertirlo en combustible alternativo. Por otro lado, el scrap plástico es clasificado y compactado y puesto en valor para convertirse en pellets de polietileno.

Además, se implementó un equipo multidisciplinario para realizar la transición de la flota regional de Kimberly-Clark a energías alternativas. Hoy, la flota latinoamericana ya cuenta con vehículos ecológicos, como coches eléctricos y camiones adaptados para operar con gas natural comprimido, que es más sostenible en comparación con el diésel. Juntos, estos vehículos están reduciendo las emisiones de CO2 en el 30% y las emisiones de material particulado en el 85% en comparación con los vehículos de gasolina.

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