La sustentabilidad: un compromiso de las industrias y de los consumidores

Año tras año, el compromiso con la sostenibilidad aumenta. La pandemia y la crisis climática fueron factores importantes -detonantes- en los cambios de hábito de las personas. Tal es así que, se despertó en los consumidores un nivel de consciencia sin precedentes, en el que las pautas y prácticas de producción se convirtieron en un criterio de compra fundamental.

Según un estudio de Euromonitor International, el 32% de los consumidores prefieren comprar productos que hayan sido producidos de manera sostenible y el 23% priorizan la compra de productos cuyas marcas tengan en consideración el cuidado del ambiente, el bienestar de los animales, las buenas prácticas laborales y de producción, así como el deseo de influir positivamente en las comunidades y las personas.

Es crucial entender cuál es el comportamiento del consumidor actual, comprender qué atributos valoran más y qué conceptos pueden aportar a la continuidad y crecimiento de la industria a largo plazo. Y es a partir de sus preocupaciones que las empresas deben hacer foco en ello y brindar información oportuna para que el consumidor sea un componente activo. “Se trata de convertir al consumidor en parte de la solución poniendo a su disposición las herramientas necesarias para lograrlo” asegura CASIC, el Consejo de la Industria de Cosméticos, Aseo Personal y Cuidado del Hogar de Latinoamérica.

Actualmente, los consumidores buscan cada vez más soluciones y compromisos por parte de las empresas alineados al cuidado del medioambiente. La tendencia actual es la del cuidado como concepto holístico e integral: cuidado del planeta, de la salud, del cuerpo, del hogar, entendiendo cómo este cuidado colabora con el bienestar individual y colectivo también.

Entonces, a partir de esta tendencia, las empresas comenzaron a insertarse en el epicentro del debate público-privado, tratando temas como la economía circular, el no testeo en animales, el eco-etiquetado y la reducción de la utilización de micro plásticos y de la contaminación por plásticos. Y es así como hace tiempo enmarcaron a la sostenibilidad como la única manera de asegurar su propia permanencia, pero además, como el único medio capaz de garantizar el avance de la sociedad. Así, comenzaron un camino que pretende coadyuvar a la reducción de riesgos, y estar presente de manera transversal en todas las actividades del sector, fomentando la responsabilidad social y fortaleciendo su propia reputación dentro de la industria.

Teniendo en cuenta el actual debate sobre los residuos plásticos, los consumidores en Latinoamérica están buscando cada vez más soluciones a este tema y, en paralelo, se viene trabajando con un alto grado de compromiso para la mejora de una Economía Circular en la región. Su objetivo desde el costado de la sostenibilidad es desincentivar el consumo de plástico, promoviendo la reducción del uso de materias primas en la fabricación de envases, su reutilización y la disminución de residuos sólidos. Entendiendo también, que la educación al consumidor es una parte fundamental para la economía circular y la reducción de los plásticos y cualquier otro material.

En este sentido, aparecen como respuesta a esta tendencia emergente en todo el mundo, varias herramientas para el cuidado de nuestro ambiente, un ejemplo de ello puede ser el sistema de rellenado o dispensación a granel, que brindan la gran oportunidad de reducir la cantidad de plástico que se desecha en el medio ambiente.

Contemplando todos estos temas y las nuevas tendencias que se vienen durante los próximos años en la industria de cosméticos, aseo personal y cuidado del hogar, CASIC llevó a cabo su 31° Reunión Plenaria, donde conversaron sobre la importancia del cuidado de las personas y de los hogares, los nuevos patrones y conductas que se orientan hacia una mayor conciencia ambiental y social con foco en la protección y el cuidado como fuentes principales del bienestar. Además, trataron diversas perspectivas políticas y comerciales de Latinoamérica y su implicancia en la industria.

Es el momento de poner mayor énfasis en la exigencia de la sostenibilidad, teniendo en cuenta las materias primas y todo el proceso de producción de las industrias, con el objetivo de promover el bienestar y el cuidado, apoyando el crecimiento sustentable y responsable de la industria.