La Vitivinicultura lanza su propia Calculadora de Huella de Agua y Carbono

La Vitivinicultura lanza su propia Calculadora de Huella de Agua y Carbono

Con el objetivo de que productores y bodegas conozcan el impacto sobre el cambio climático de la producción de uva, vino y toda la cadena productiva, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y el CONICET crearon una herramienta tecnológica de uso gratuito y abierto. Avances hacia la sostenibilidad como objetivo estratégico y aportes por hasta $1,5 millones para su aplicación.

Con el fin de que los actores del sector puedan contabilizar el impacto sobre el cambio climático de su producto, Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI), unidad ejecutora de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) impulsó la creación de una herramienta para productores y bodegas, en línea con las exigencias de los mercados, la demanda de los consumidores y siguiendo los objetivos trazados en el Plan Estratégico Vitivinícola en su actualización al 2030.

La Calculadora de Huella de Agua y Carbono se creó dentro del proyecto “Vitivinicultura Sostenible 4.0” financiado por el Programa Soluciona de la Secretaría de Economía del Conocimiento del Ministerio de Economía de la Nación. Fue desarrollada por el grupo de investigación CLIOPE de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Mendoza, y el CONICET. La calculadora estará disponible para su uso en la página web del Observatorio Vitivinícola Argentino a partir del 15 de marzo.

“La calculadora de la huella de agua y de carbono es una herramienta esencial en tiempos de tanta incertidumbre marcada por el Cambio Climático. Constituye un gran aporte para la sostenibilidad de la cadena, no solo desde el punto de vista ambiental sino del económico. Será importante evaluar su uso por parte del sector”, afirmó Claudio Galmarini, director regional del INTA para Mendoza y San Juan y director de COVIAR coordinador de la unidad ejecutora de Investigación Desarrollo e Innovación (IDI).

 

 “La herramienta ha sido desarrollada en módulos constituyendo un paquete para que el usuario final, que puede ser un productor o una bodega, del tamaño y la escala que sea, pueda estimar de manera orientativa el impacto sobre el cambio climático y el uso del agua asociado a su actividad. El estándar utilizado se basa en las especificaciones de la Norma ISO 14067:2018 y 14046:2014. De este modo, se estudia el impacto ambiental potencial de la contribución que tiene, por ejemplo, 1 kg de uva para vinificar o una botella de 750 ml de un determinado vino, sobre el cambio climático y la escasez de agua con enfoque de ciclo de vida, es decir, considerando las distintas etapas de la producción del producto analizado”, detalló la investigadora a cargo de proyecto, Bárbara Civit.

 

 “Para esto se tuvo en cuenta el análisis de ciclo de vida, es decir, contempla el impacto ambiental desde la cuna hasta la puerta, y considera todos los insumos utilizados en los procesos productivos”, agregó Civit.

 En su diseño se utilizaron las guías dispuestas por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, resoluciones de la Organización Internacional de la Vid y Vino (OIV), dos talleres preparatorios con referentes del sector y diversos parámetros para el análisis de ciclo de vida de los productos que permiten producir información transparente y contrastable sobre cada etapa productiva.

 Esta herramienta está destinada a las cámaras del sector y sus asociados, productores y elaboradores de vino. Los usuarios también contarán con un Instructivo de uso de la calculadora y la Guía de sostenibilidad de COVIAR para optimizar aquellos indicadores que generan mayores huellas.

 Por su parte, José Alberto Zuccardi, vicepresidente de COVIAR dijo que “si bien el vino argentino es competitivo, comenzando con los diagnósticos que realicen los usuarios a partir del desarrollo generado, podrán realizarse mejoras que contribuirán a la sostenibilidad en el uso de los recursos críticos para la mitigación de los efectos del cambio climático”.

 El uso de esta herramienta es libre y gratuito. Y su importancia estratégica radica en que estos cálculos permitirán el diseño de estrategias de mitigación hacia procesos más benignos con el ambiente y calcular los cambios que produciría, por ejemplo, la incorporación de una determinada tecnología antes de su instalación. Es decir, permite adelantarse y ver los efectos que podría tener una decisión anticipadamente, la incorporación de energía de origen renovable o un sistema de riego determinado que mejore la eficiencia en el uso del agua, o la decisión de comprar insumos a un determinado proveedor o a otro, por mencionar algunos ejemplos.

 Así los usuarios podrán identificar los “hot spots” o etapas que explican la mayor cantidad de uso del agua y emisiones, pudiendo diseñar alternativas de mitigación y/o compensación sobre la base de la Guía de Sostenibilidad, que desglosa variadas formas de optimización sostenible.

 IDI de COVIAR es la unidad ejecutora a cargo de la implementación de las estrategias de investigación e innovación que surgen del Plan Estratégico Vitivinícola de Argentina en su actualización al 2030 y es coordinada institucionalmente por el INTA.