Habrá cambios en las actividades blandas, en los servicios, en el modo de trabajar administrativamente, de enseñar y aprender los saberes blandos (las disciplinas duras requerirán como siempre la presencia en laboratorios y talleres); y en adaptar todo aquello cuya presencia humana física puede resolverse a distancia. Por ello hay que pensar en las dos perspectivas: el futuro del ambiente y el ambiente del futuro. NOTA DESTACADA