Al igual que en una campaña de Marketing se miden los resultados para sacar conclusiones y mejorar, en los edificios ocurre lo mismo. Estas nuevas tecnologías llegan para digitalizar los espacios y medir los diferentes recursos de los mismos, cuyo fin es mejorar sustancialmente la gestión de los edificios y ajustar los parámetros de confort a las diferentes realidades según su uso en cada momento del día. En definitiva: medir datos de temperatura, iluminación, calidad ambiental, humedad relativa, movimiento y ocupación puede reducir la huella de carbono de los edificios y su consumo de energía, además de mejorar la salud de las personas en los espacios interiores.