se recuperan y se generan nuevos productos y puestos de trabajo. Como resultado se protege el medio ambiente, se reducen los desperdicios, mejora la competitividad y la eficiencia de los recursos disponibles. Lo interesante es que muchos de estos envases que utilizamos a diario son, a la vez, reutilizables y reciclables. Un ejemplo es la tecnología Phormanto™ que la compañía llevó al mercado del pollo fresco, una innovadora solución en empa-ques termoformados que además de ser sostenible, es atractiva en el punto de venta y mejora la experiencia de compra del con-sumidor. Es la solución que usa menor cantidad de empaque por producto, tiene menor huella de carbono, ayuda a reducir el desperdicio del alimento y es reciclable. Además, extiende la vida útil del pollo fresco hasta por dos semanas, lo que reduce tiempos de limpieza de góndola al minorista y ofrece productos frescos y seguros para el consumo final.