La economía circular es, mucho más que una tendencia, la forma en que se está construyendo el presente y el futuro sustentables. En los últimos 20 años, Argentina se posicionó como uno de los países que está haciendo la transición hacia este nuevo paradigma que abarca muchos aspectos, incluida una gestión integral y más eficiente de los plásticos. Gracias al compromiso de todos los actores de la cadena, desde la industria hasta los consumidores, el formato de ciclo de vida lineal (basado en la extracción, el consumo y el desecho) está evolucionando de manera sostenida hacia el modelo de las 7R: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, reciclar y recuperar energéticamente. Sin dudas, el consumo responsable y la valorización de los plásticos posconsumo es un factor clave para que sean parte de la solución a los desafíos de la agenda ambiental. A lo largo de las últimas dos décadas, en el país se reciclaron más de 4.000.000 toneladas de plástico, lo que equivale al peso de 99.500 aviones o al volumen de 100.000 vagones de tren.