NOTA DESTACADA El clima de Canadá se está calentando al doble de rápido que el promedio mundial, y hasta tres veces más rápido en el extremo norte del país. En todo Canadá, se espera que la frecuencia, intensidad y duración de eventos climáticos extremos, como olas de calor, incendios forestales e inundaciones, aumenten en las próximas décadas. Los impactos más lentos pero generalizados, como el aumento del nivel del mar, el deshielo del permafrost o la reducción de los períodos de frío, están cambiando gradualmente los ecosistemas, las comunidades y los medios de vida. Los efectos secundarios, como el aumento de la demanda de ayuda económica de emergencia, los impactos en la salud o la reducción de la seguridad alimentaria, podrían afectar fuertemente los sistemas sociales y económicos. La inacción tiene su costo. Según un informe del Instituto Canadiense de Opciones Climáticas, el número y el costo de los eventos climáticos catastróficos de la última década, - desde las inundaciones en las praderas y el sur de Ontario (2013-2018), los incendios forestales en Alberta y Columbia Británica (2011-2018), hasta el clima severo que afectó a las fincas agrícolas canadienses (2018)- fueron el doble de los registrados entre 1983 y 2009. Tan solo las pérdidas aseguradas sumaron más de $ 18.000 millones de dólares canadienses entre 2010-2019.