El carbono orgánico del suelo (COS) es un componente muy di-námico y clave para el funcionamiento de los ecosistemas, tanto productivos como naturales. La capacidad de almacenamiento del COS depende de diversos factores, entre ellos las caracte-rísticas intrínsecas del suelo (textura y contenido de minerales), el ambiente donde evolucionan (temperatura, precipitación y su estacionalidad), el cambio de uso de la tierra, y los sistemas de producción o diferentes estrategias de manejo de suelos (agrí-cola, forestal), cambiando la dirección de los flujos de C en el sistema suelo-atmósfera. El alcance y la magnitud del cambio climático es mayor que lo estimado en evaluaciones anteriores respecto a aumento de temperatura presentadas en el Quinto Informe del IPCC. Tenien-