humanos dependen en su vida diaria: agua limpia, suelos productivos, regulación atmosférica y control de inundaciones, entre otros. La premisa subyacente de la contabilidad del capital natural considera al ambiente muy importante para la sociedad y la economía, y por lo tanto debe reconocerse como un activo, mantenerse y gestionarse, tratando de medir sus principales aportaciones (servicios ecosistémicos) en el proceso de toma de decisiones. Bajo este razonamiento, a través de la identifi-cación estricta de las conexiones entre la economía y el medio ambiente, la contabilidad del capital natural debe proporcionar información esencial para los sectores público y privado. Ii. Origen del problema A pesar de lo indicado, las aportaciones económicas proporcio-nadas por este capital natural se han dado por sentado con de-masiada frecuencia a la hora de tomar decisiones económicas importantes tanto por los gobiernos como por las corporaciones privadas. Está comprobado científicamente que especialmente en los últimos 30 años, la sobreexplotación resultante, la des-trucción del hábitat y la contaminación han causado, el actual “default ambiental” del planeta, creciente cambio climático y pérdida de la biodiversidad. En este contexto, el ambiente se considera como parte de los re-cursos que explota la economía para ejercer su actividad produc-tiva, donde desafortunadamente, el precio (ambiental) del éxito económico no se está reconociendo en los reportes financieros, económicos y contables en la toma de decisiones.