El año 2019 cerró con más de 1.400 millones de turistas internacionales desplazándose por el planeta. La actividad mostraba un crecimiento del 5% promedio anual en los últimos 10 años. La industria turística genera en torno al 5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y ese porcentaje es incluso mayor, del 12,5%, si tenemos en cuenta la energía que se usa en los hoteles, el transporte de comida o en productos de higiene, según los cálculos del Programa de la ONU para el Medio Ambiente. La llegada del covid-19 puso en jaque a todas las actividades económicas del mundo, y en especial al turismo, causando un freno a los desplazamientos, nacionales e internacionales. Este freno obligado nos permite repensar la actividad dentro de los lineamientos de la sustentabilidad, y proponer mejoras necesarias considerando al turista como protagonista y artífice clave para lograrlo.