Los proyectos pueden ser de diferentes tipos, como la generación de energía renovable, la captura y almacenamiento de carbono, la reforestación y conservación de bosques, la mejora de la eficiencia energética en edificios, entre otros. Cada crédito de carbono representa una tonelada de dióxido de carbono equivalente (CO2e) que se ha reducido o evitado en comparación con un escenario de referencia. Gracias al MVC se han generado beneficios para las comunidades locales en los lugares donde se llevan a cabo los proyectos. Por ejemplo, la inversión en proyectos de energía renovable puede crear empleos, mientras que la conservación de bosques protege la biodiversidad y los recursos naturales locales.