Acuerdo de París y limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2 grados centígrados, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales. La región de América Latina y el Caribe (ALC) presenta la matriz eléctrica más limpia del mundo. Adicionalmente, las tecnologías de energías renovables han aumentado un 61% en la última década (2010-2020) y en particular, las energías renovables no convencionales han cuadruplicado su capacidad instalada en el mismo periodo. Al año 2020 la capacidad instalada de generación de energía eléctrica renovable en la región ALC reportó una participación del 9% respecto al total mundial. Leer más Leer más La región muestra una ventaja competitiva para el desarrollo y despliegue de las nuevas tecnologías de generación limpia, no solo debido al destacado recurso solar, eólico y geotérmico, entre otros disponibles en su geografía, sino también al elevado porcentaje de población urbana que alcanza el 80%. Esto también justifica la relevancia de las tecnologías de generación eléctrica descentralizada. El desarrollo de las mismas ofrece la oportunidad de generar la energía en el lugar donde se consume, disminuyendo las pérdidas por transporte y distribución, optimizando recursos y desplazando emisiones de gases de efecto invernadero, sumado a todo el resto de los beneficios sociales, económicos y sobre la salud mencionados precedentemente en este reporte. Por último, la necesidad de incrementar la robustez y resiliencia de los sistemas, sobre todo en la región de El Caribe, refuerza la oportunidad que ofrece ALC para expandir la participación de las tecnologías de transición. Mercados como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay, representan el 80% de la capacidad instalada de generación eléctrica y la demanda eléctrica anual de los países que integran la región de ALC. Dichos mercados agregan al año 2020 una matriz de generación eléctrica que es renovable al 59%, dentro de lo cual predomina la tecnología hidroeléctrica con una participación del 45%, sumado al aporte del 14% de tecnologías renovables no convencionales, como la solar fotovoltaica, eólica, geotérmica, la hidroeléctrica de pequeña escala y las bioenergías. La participación de generación eléctrica por fuentes fósiles alcanza un 39%, y la matriz se completa con una menor participación de generación nuclear que promedia el 3%. Dos países de la región, Costa Rica y Uruguay, han logrado alcanzar una matriz de generación eléctrica casi renovable en su totalidad (más del 98%) en 2015 y 2019 respectivamente. La capacidad instalada de generación eléctrica al año 2020 en los correspondientes sistemas interconectados alcanza 371 GW y la demanda eléctrica anual agregada supera los 1.260 TWh. Dicha demanda eléctrica crece a un ritmo promedio de 2,5% anualmente y es responsable de la emisión de 172 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (MtCO2 eq)16 en forma anual, que a modo de referencia representa aproximadamente el 1% de las emisiones globales provenientes de la generación de electricidad y calor para los sectores residencial, comercial e industrial. Adicionalmente, en los territorios estudiados habitan cerca de 500 millones de habitantes, y el porcentaje de electrificación agregado es del 99%, reportando una de las regiones con mayor cobertura eléctrica del mundo. Globalmente las energías renovables crecen en forma sostenida desde hace más de dos décadas, no sólo porque son fundamentales en los esfuerzos para mitigar el cambio climático, sino porque han logrado alcanzar su competitividad en el mercado de la generación de energía eléctrica. La Agencia Internacional de Energía prevé que el crecimiento de la capacidad renovable se acelerará aún más en los próximos cinco años, debido al apoyo político y las ambiciosas metas para cumplir con los compromisos ambientales asumidos, alcanzando los 4.800 GW, lo que equivale a la capacidad global actual de tecnologías fósil y nuclear juntas. Según dichas proyecciones, la tecnología solar fotovoltaica liderará dicho crecimiento con más del 60% de participación en la incorporación del próximo periodo. Mientras tanto, en ALC la tecnología solar fotovoltaica aumentó 420 veces en 10 años (2010-2020), y actualmente la capacidad solar fotovoltaica instalada en los sistemas interconectados totaliza 31 GW. Mientras que la capacidad instalada de generación solar fotovoltaica de gran escala (utility scale) creció a un ritmo interanual promedio de 86% en los últimos 10 años, la generación distribuida lo hizo más aceleradamente, a un ritmo que promedia el 120% anual. Año tras año, el avance de la generación distribuida supera los pronósticos de capacidad instalada prevista. - Generación SOLE es una plataforma creada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para promover la generación solar distribuida y otros recursos energéticos distribuidos en América Latina y el Caribe. El reporte “El estado de la generación solar distribuida en América Latina y el Caribe”, realizado por la iniciativa Generación SOLE del PNUMA, con el apoyo de la Unión Europea a través del Programa EUROCLIMA+, AECID y OLADE, se encuentra publicado para su descarga en el siguiente enlace: https://www.unep.org/node/32532.