Permitir su infiltración en el terreno (replicando la situación natural) Retenerla hasta que la tormenta haya cesado y conducirla luego hacia las tuberías de drenaje de la ciudad, ahora con más espacio libre; Darle un uso (riego, limpieza, o para los sistemas sanitarios del edificio). Sea cual sea la alternativa que se elija, lo importante aquí es que estamos impidiendo que el agua corra por la superficie o que recargue excesivamente a la red pluvial de la ciudad durante el evento de la tormenta. Y ambas cosas contribuyen a disminuir los riesgos de inundación. Leer más Leer más Además, en el caso de elegir la alternativa A, es decir, la infiltración, estaríamos ayudando a recargar los acuíferos subterráneos, contribuyendo así a la reserva y disponibili-dad de agua durante los períodos de sequías. Por otra parte, si elegimos la alternativa C, también estamos promoviendo la disminución del uso de agua potable para tareas que no son exclusivamente de consumo humano. Finalmente, la adopción de estos sistemas como política pública, como ocurre en muchos países europeos desde el año 2000 - donde, por ley, los propietarios están obligados a administrar el agua de lluvia que cae dentro de sus propie-dades, solo pudiendo descargar a la red pluvial municipal volúmenes máximos preestablecidos, no solo contribuye a construir ciudades más resilientes al clima, sino que, es posible que se produzcan reducciones en las inversiones necesarias en los sistemas públicos de drenaje urbano por parte del municipio. - Sandra Pérez Gerente de Producto Latam de Amanco Wavin