transformación de su materia prima en otro producto. De esta forma, se contribuiría con la disminución de residuos evitando su proliferación en vertederos y en el peor de los casos en ríos, mares y calles. En países que han logrado un manejo aceptable y exitoso de los residuos ha sido un común denominador la existencia de una ley general e integral de residuos sólidos. Un ejemplo de ellos son los neumáticos fuera de uso los cuales pueden ser usados como combustible alterno una vez sean acondicionados como materia prima para esa función. La ley establece todo un Capítulo dedicado a la inclusión social o reciclaje inclusivo. El objetivo de la ley, atendiendo a la realidad social del sector, es incentivar la organización de los recicladores, como prestadores de servicios, a fin de que participen de forma individual o colectiva en las diferentes fases del manejo integral de los residuos. Nos pudiéramos cuestionar qué tipo de beneficios representa este nuevo marco normativo para las empresas. Sin dudas, los beneficios resultan ser un asunto de todos sobre todo por nuestra condición insular y de destino turístico. Debemos entender que el problema de los residuos no es solo del Gobierno, ni de los ciudadanos o del sector privado, sino que es un asunto de todos. La ley establece todo un capítulo destinado a la comunicación y concientización ambiental en el manejo de residuos con énfasis especial en instituciones educativas. Como parte de los instrumentos económicos, dentro de la ley se establece un régimen de incentivos en favor de las empresas que desarrollen proyectos destinados a la valorización material o energética de los residuos. Estos son: exoneración del cien por ciento del impuesto sobre la renta, excluyendo los dividendos; exoneración del cien por ciento de impuestos a los NOTA DESTACADA