Año 1-Edición 1. Diciembre de 1993 Los autos emprenden un nuevo camino Ver la nota original Ver la nota original Bajo nuevas directrices, los vehículos del futuro usarán combustibles más puros, con más limpieza. Todo buen enamoramiento se convierte al final en una rela-ción más seria y duradera. Eso es justamente lo que la nueva Ley del Aire Limpio trata de provocar en la notoria pasión de los conductores estadunidenses por sus automóviles. La Ley de Aire Limpio de 1970 dio lugar a una drástica reduc-ción en las emisiones del escape de los vehículos a motor de los EE.UU. y ayudó a alentar el uso de nuevas tecnologías, como el convertidor catalítico y la verificación electrónica del rendimiento de motor. Aun cuando los autos se volvieron más limpios, hay un enor-me aumento en su número y su uso, hasta llegar a un total de 3,2 billones de Km recorridos en 1990. Así se duplicó el total de 1970. Los vehículos de motor producen casi la mitad de la contaminación por hidrocarburos y óxido de nitrógeno, el 90% del monóxido de carbono y más de la mitad de los contaminantes tóxicos. El control de las emisiones se hizo aún más estricto bajo la nueva ley, y eso ha incitado a la industria del automóvil a ini-ciar el desarrollo de tecnologías capaces de resistir la prueba. También los tres mayores fabricantes de autos en EE.UU. se han puesto a trabajar en serio para la producción en masa de vehículos eléctricos comercialmente factibles, cuyo motor tenga un desempeño capaz de rivalizar con los modelos im-pulsados por gas, pues eso les ayudará a cumplir el mandato de California, por el cual en 1998 se deberán poner en venta, en el estado, vehículos que no produzcan emisión alguna. A su vez la Ley del Aire Limpio describe también nuevas fór-mulas de gasolina, cuya combustión deberá ser más limpia. Los conductores de las áreas más contaminadas tendrán que hacer su parte. La Ley impone inspecciones más rigurosas de los vehículos en algunas ciudades y señala un programa por el cual algunas firmas grandes ofrecerán incentivos o subsidios a los empleados que compartan su coche o usen el transporte público para ir a su trabajo.