La pandemia del COVID-19 suscitó la aceleración de dichos esfuerzos, enfatizando que, nuestra industria, que anualmente contribuye a más del 10% del PIB mundial, requiere de metas ambiciosas para lograr una descarbonización del sector, como perseguir las cero emisiones netas de CO2 para 2050. Para lograrlo se requiere de inversión en innovación, mejoramiento de carteras de productos y servicios y una deliberación consciente para alcanzar consensos en términos de impacto y escalabilidad. Hoy en día, los aviones de la familia Airbus representan el 58% de los aviones en servicio en América Latina, con una edad media de 8,4 años, siendo esta flota más joven que la media mundial. Lo que significa que hemos avanzado mucho en la renovación de flota en los últimos años, pero aún hay camino por recorrer. La última generación de aviones ofrece un 25% menos de consumo de combustible y emisiones de CO2. El reemplazo de las aeronaves más antiguas por aviones nuevos y eficientes, es algo que está a la mano hoy para seguir avanzando en la sustentabilidad de la aviación.