NOTA DESTACADA entre las urbanizaciones y los polos de producción agrícolas, empezar a acortar esas distancias y consolidar las prácticas hortícolas más cercanas a las ciudades, en espacios reducidos y con ahorros en el uso de agua y de la tierra. Y, por ende, aportar soluciones para borrar esa huella de carbono que significa el uso indiscriminado de vehículos para transportar y refrigerar alimentos. La iluminación es un actor fundamental para lograr estos propósitos. Otra de las tendencias es la población creciente, que va a requerir cada vez más alimentos. Entonces, buscar alternativas para desarrollar la actividad en lugares más eficientes y en espacios más reducidos, también contribuye a cuidar el ambiente y a apostar a la sostenibilidad agrícola. Leer más Leer más A su vez, dentro de lo que es el mundo de la horticultura se identifican en distintos grupos: Las frutas y vegetales, que se producen en invernaderos. Las soluciones que proponemos son para cuartos cerra-dos indoor, donde se proporciona la fuente de luz más idónea para el tipo de cultivo y para cada etapa que se quiera abarcar; o bien para el caso de los invernaderos, suplementando la iluminación. Las granjas verticales son un mundo per se, y de todas las actividades es una de las más sofisticadas porque implica hacer crecer un organismo vivo dentro de un espacio cien por ciento cerrado y con variables totalmente controladas, desde la polinización hasta la fotosíntesis, pasando por la irrigación, la humedad y la calefacción. El de granjas verti-cales representa el desafío más elevado de una pirámide de sofisticación. Cannabis medicinal. En Argentina, estamos atentos a cómo se desarrolla la ley de cannabis medicinal que, a diferencia del recreativo, tiene especificaciones técnicas más sensibles, que deberán surgir de invernaderos o de indoor cien por ciento. Observando lo que sucede en Uru-guay y Colombia, se están analizando y aprendiendo de lo consolidado en la región, para ir desarrollando y probando algunas soluciones que se utilizan, principalmente, en los países nórdicos. En este tema hay muchos jugadores inte-resados, por lo que se vienen inversiones muy importantes en este segmento, con un incremento en la base instalada de invernaderos. En plantaciones y emprendimientos de cannabis, se utiliza luz con proyectores de área- que iluminan cuando oscurece- pero que no cuentan con un espectro específico; lo impor-tante es dar la intensidad de luz adecuada sobre un metro cuadrado de cultivo y con el espectro especifico. Utilizamos un concepto de recetas de iluminación, que se aplican a un proyecto integral de un cultivo, por la que deberá combinarse con los sustratos, el riego por la irrigación y el CO2. La planta absorbe la intensidad de luz y genera la fotosíntesis. Todas las propiedades y soluciones de iluminación se poten-cian en un invernadero y mucho más en un indoor, más que nada porque al tocar una variable se puede perjudicar otra. Iluminación La receta de iluminación tiene que ver con algunos factores que hay que tener en cuenta: El nivel de luz. En el caso de los invernaderos, uno de los aspectos clave es proporcionar el nivel de luz que la planta necesita, que tiene que emular la del sol en cada una de sus etapas –crepúsculo, amanecer, etc-. De esta manera, la planta podrá nutrirse, realizar su proceso de fotosíntesis, entre otras funciones habituales que cuan-do se encuentra a campo abierto. Lo que se hace como iluminación complementaria dentro de un invernadero es utilizar la fuente solar y la que se genera dentro del indoor, que será necesaria para que la planta se pueda desarrollar fuera de la temporada de cosecha y que, por caso, puede alargar la luz-día, sobre todo en la estación del invierno. Se trata de módulos especialmente diseñados para estar en un ámbito húmedo, que soporte los aspersores de riego, el CO2 y otras condiciones que se puedan dar en un espacio cerrado. El espectro de luz. Tiene que ver con los beneficios que trae la iluminación LED, que al ser electrónica y digital per-mite que ese espectro de luz pueda controlarse y generar una receta diferenciada para cada vegetal. La uniformidad. Se trata de construir lotes homogéneos, para que todas las plantas puedan perseguir su cuota pre-cisa de iluminación, a través de un cálculo lumínico. El tiempo de las escenas que se quieren emular, y que de-berían ser las más propicias para un cultivo: un atardecer más largo, por ejemplo, que beneficien el desarrollo de un vegetal determinado y se nutra como más le convenga. Otro detalle importante es que se añaden ciertos insectos dentro de los invernaderos, porque son más propensos a ge-nerar la polinización, y algunos espectros de luz son propen-sas para esto. También es importante definir qué etapas del cultivo de un vegetal se quieren abarcar dentro de un invernadero: germi-nación, floración o del fruto. Esas distintas instancias, con la capacidad de poder manejar la iluminación a través de un sistema de control, se pueden ir acompañando. Entonces se puede proporcionar o ir cambiando de nivel el espectro lumí-nico para acompañar todo el ciclo en un mismo invernadero y con una igual solución. Beneficios En el indoor, todas las variables son controlables, lo que implica ahorros de agua -por un circuito de recirculación- de un 90% respecto de la que se utiliza a cielo abierto. En tanto, el tema de energía, al tener una disposición de layers –estan-tes-, se garantiza un uso sumamente productivo del metro cuadrado; por ejemplo, es posible desarrollar una planta de lechuga en 4, 5 o 6 layers en un galpón de un depósi-to. Hay una relación entre la productividad con la energía consumida. Por otro lado, tiene los beneficios de generar lotes homogé-neos, lo que evita la “competencia” de las plantas para ac-ceder a la luz solar que puede surgir en tierra abierta, donde suelen influir las sombras. Y un ahorro en los gastos por pesticidas, fumigación y con-trol de plagas por insecticidas. Hay proyectos que arrancan en pequeños contenedores –se comercializan algunos cien por ciento equipados- o con un proyecto piloto. Quien hoy produce albahaca y lechuga hidropónica, por ejemplo, podría partir con un espacio, en promedio, de una habitación de 12 o 15 m², y va ir creciendo con la necesidad de un productor y con la escala del negocio particular. Entendemos entonces, que hay una forma de hacer horticul-tura más sustentable donde la iluminación y sus recetas de luz generan una revolución en lo que es el uso de los recur-sos, permitiendo generar importantes ahorros (agua, calefac-ción, transporte, eliminación de pesticidas, entre otros). Para que esto se vuelva una realidad, es necesario que los pro-ductores se animen e inviertan y acompañen esas pruebas, convirtiéndose en protagonistas del futuro de la agricultura sustentable. - Tomás Aragona Líder Comercial de Nuevos Negocios de Signify