Según la Asociación Mundial del Acero, por cada tonelada de chatarra se ahorran 3,10 Gcal de energía primaria al año, evitán-dose a la vez la emisión de 1,5 toneladas/año de CO2.7 Sin embargo, la informalidad preponderante en el sector de recu-peración y las dificultades para acceder al material obsoleto (au-tomóviles, ferrocarriles y barcos) impiden avanzar en acciones administrativas que impactan en normas de calidad, importación, inventarios y comercialización. Las ventajas ambientales y competitivas que ofrece el recurso local hacen que la demanda de la chatarra ferrosa presente una situación de escasez y proyecte un crecimiento en el corto plazo que requiere un acompañamiento de la oferta para poder cubrir los requerimientos. ECONOMÍA CIRCULAR