Año tras año, el compromiso con la sostenibilidad aumenta. La pandemia y la crisis climática fueron factores importantes -de-tonantes- en los cambios de hábito de las personas. Tal es así que se despertó en los consumidores un nivel de consciencia sin precedentes, en el que las pautas y prácticas de producción se convirtieron en un criterio de compra fundamental. Según un estudio de Euromonitor International, el 32% de los consumidores prefieren comprar productos que hayan sido producidos de manera sostenible y el 23% priorizan la compra de productos cuyas marcas tengan en consideración el cuidado del ambiente, el bienestar de los animales, las buenas prácticas laborales y de producción, así como el deseo de influir positiva-mente en las comunidades y las personas. Es crucial entender cuál es el comportamiento del consumidor actual, comprender qué atributos valoran más y qué concep-tos pueden aportar a la continuidad y crecimiento de la indus-tria a largo plazo. Y es a partir de sus preocupaciones que las CONSUMO