“La principal ventaja de esta elección es que hay muchísimo material de descarte, constante y en crecimiento, porque las silobolsas le ofrecen una solución al agro y muchísimos beneficios para los productores”, destaca Cinthia y aclara que no sólo ofrece escalabilidad: “como este material tiene una recolección informal y no posee una disposición final formal, hay mucha gente que no sabe qué hacer con estos descartes”. Además, el material es impermeable, muy resistente – como si fueran tres sachet de leches pegados-, y se puede personalizar e intervenir. La silobolsa también ofrece buenos resultados a la hora de producir: “es blanca de un lado y negra del otro, y eso nos benefició porque nos venía surgiendo una problemática al trabajar con lona de banner o vela náutica, ya que vienen con colores o con diseños –logos, palabras, etc- que se tienen que descartar y eso genera más desperdicios. Con la silobolsa podemos homogeneizar todos los productos y aumentar nuestra capacidad de estoqueo de producción”, cuenta.