Aunque para muchos pasó inadvertido, un reporte publicado en las últimas semanas por la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) destaca que las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzaron un nuevo récord en 2022. Las concentraciones promedio se ubicaron en 417 ppm, un aumento del 50% con relación a la época preindustrial. El incremento de 2022 fue el más elevado de los últimos 65 años. Las concentraciones antropogénicas de CO2 ya está incidiendo en el sistema climático global. En su Sexto Reporte (AR6), el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) concluye que los impactos climáticos han aumentado en intensidad y frecuencia. En 2022, las inundaciones de Pakistán, el derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia, las intensas olas de calor y sequías en China, Europa y oeste de Estados; así como el Huracán Ian en Florida y Carolina del Sur, reafirman los impactos devastadores del cambio climático, cuyas consecuencias no distingue entre ricos y pobres. Tan sólo 10 de estos impactos, generaron costos por $170,000 millones de dólares en 2022. En 2022, el incremento sostenido de temperatura en el planeta superó 1.2ºC y se estima que podría alcanzar 1.5ºC a principios de la siguiente década, cuando las concentraciones de CO2 en la atmósfera lleguen a 430 ppm. Es decir, contamos con un presupuesto de emisiones de 750 mil de millones de toneladas (GtCO2) antes de alcanzar las concentraciones de CO2 que nos llevarán al umbral de temperatura de 1.5ºC que recomienda el IPCC para prevenir consecuencias catastróficas con el sistema climático.