Leer más Leer más Cuando el caudal que se entrega a un regante es inferior al módulo de riego, el regador no podrá aplicar el agua a la parcela por gravedad con cierta eficiencia, siendo una solución posible la agrupación de regantes y entrega por turnos, donde cada explotación recibe a intervalos determinados un caudal más próximo al módulo, es decir un caudal manejable (Pascual España, 2008). Así, debido a la escasez hídrica, estas pequeñas chacras se fueron organizando en turnos de riego, donde el agua está disponible y se suministra a cada usuario por rotación previamente programada. Sin embargo, motivados por la escasez hídrica y la calidad del producto obtenido, comenzaron a interiorizarse en la producción bajo cubierta y el riego por goteo. Pero para la transformación del método de riego por gravedad a goteo, el primer desafío sería disponer de agua de manera permanente en sus chacras. A diferencias del riego por gravedad, el riego por goteo es un sistema de riego de alta frecuencia, ya que se aplican dosis reducidas de agua de manera localizada con pequeños intervalos entre riegos acorde a las necesidades (Pizarro, 1996). En el riego por goteo de hortícolas, la aplicación del agua suele ser una y hasta dos veces por día en los meses de mayor demanda, dependiendo del tipo de suelo y estrategias del riego. De sucesivas instancias de discusión de la problemática, el almacenamiento de agua en reservorios excavados e impermeabilizados resultó ser la propuesta tecnológica más acorde para asociar al riego por goteo. Los reservorios de agua excavados e impermeabilizados, significarían un espacio físico para almacenar parte del agua que reciben durante el turno de riego, y así disponer del recurso de manera permanente, durante la primavera y el verano, momento de mayor evapotranspiración, como también durante los meses de receso invernal. Así, aproximadamente una década atrás el INTA Hilario Ascasubi inició una serie de experiencias a campo en las localidades de Juan A. Pradere, Pedro Luro, Hilario Ascasubi y Mayor Buratovich, para adaptar y evaluar las tecnologías en sistemas reales de producción que permitieran mejorar la adaptación a la escasez hídrica y al cambio climático. Se realizó en estas chacras el diseño y armado de equipos de riego por goteo y el diseño y construcción de reservorios de agua para el riego de cultivos hortícolas a campo y bajo cubierta. Respecto a los reservorios, las primeras 6 obras se realizaron con retroexcavadoras oruga de brazo largo y retroexcavadora de goma y balde para el perfilado. Los costos asociados a la excavación estuvieron a cargo de los productores. El servicio lo prestó CORFO Río Colorado y realizó un descuento en el pago total de las horas máquina. Una vez hecho el pozo y perfilado los taludes fueron impermeabilizados con geomembrana con tratamiento U.V. de 500 micrones de espesor, uniendo los paños las primeras obras con una selladora de silo bolsa. El revestimiento de las primeras 6 obras y los equipos de riego por goteo fue aportado por el proyecto BIRF “aumentando la resiliencia climática y mejorando el manejo sostenible de la tierra en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires”. Luego de la experiencia realizada con los primeros 6 reservorios en el marco del proyecto, se hicieron en el valle a la fecha más de 10 obras diseñadas y dirigidas por el INTA y costeados íntegramente por los productores. Estas nuevas estructuras de almacenamiento de agua cuentan con mayor capacidad y las uniones de las mantas se realizaron con termofusora, lo que permitió el trabajo de obras de mayores dimensiones. Las capacidades de los reservorios rondan los 2500 a 4500 m3. Para el excavado y perfilado generalmente se utilizan retroexcavadoras, aunque en algunos casos se ocupan también palas de arrastre. Los reservorios aumentaron la disponibilidad de agua de 1 a los 7 días de la semana durante la campaña de riego y redujeron los conflictos entre regantes al mejorar la gestión del agua (fuente: comunicación personal, Corfo Río Colorado). El cambio de método de riego de gravedad (surcos) a riego a presión (goteo) en la producción hortícola diversificada del valle ha sido un proceso paulatino de adopción y ajuste de la tecnología que se ha logrado con éxito gracias a la incorporación de los reservorios de agua como nueva tecnología. Este cambio tecnológico permitió conservar o incluso aumentar la superficie irrigada de las chacras hortícolas del valle con pequeña concesión de agua. Este trabajo participativo dio lugar a numerosas transformaciones tecnológicas, que contribuyeron a la innovación en las herramientas de gestión del agua, desde la construcción colectiva del conocimiento y sobre la base de experiencias locales. De esta manera, el proyecto Birf apoyó a la experiencia aportando las geomembranas para la impermeabilización de los primeros reservorios y el instrumental para su diseño, así como los equipos de riego por goteo. Con un adecuado cercado y mantenimiento, estas estructuras de almacenamiento de agua revestidas con mantas de geomembranas no deberían presentar inconvenientes por roturas o daños por varios años, y su vida útil y costo dependerá especialmente del espesor de geomembrana que se utilice en el revestimiento. Por otro lado, con el objetivo de facilitar el acceso a la tecnología para los pequeños y medianos productores, INTA, CORFO río Colorado, el Consorcio Hidráulico del valle bonaerense del río Colorado y el proyecto mencionado de la Secretaría de Ambiente de la Nación, crearon un Fondo Rotatorio para la adquisición de geomembranas, que permite a los productores adquirir el material para impermeabilizar y pagarlo a valor producto en cuotas junto con el canon de riego al cabo de tres años. - Ing. Agr. Marcos Bongiovanni Magister en Riego y Drenaje. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Estación Experimental Agropecuaria Hilario Ascasubi