La diferencia que tiene el Acuerdo de París con los instrumentos que lo antecedieron es la universalidad de sus compromisos. Mientras que el Protocolo de Kioto fijó metas de reducción de emisiones solo para 38 países industrializados al 2012, el Acuerdo de París mandata Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) de los 197 firmantes que permitan una reducción global de emisiones congruente con las recomendaciones del IPCC. Asimismo, el Acuerdo de París cuenta con disposiciones para fortalecer las capacidades de financiamiento, innovación tecnológica y adaptación de los países en vías de desarrollo. La ruta para transitar a una economía de cero emisiones está trazada en el Acuerdo de París. Sin embargo, el reto está en la distribución de los costos. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), la inversión requerida para reducir las emisiones de CO2 45% al 2030 y neutralizarlas al 2050 requerirá una inversión de $4 billones de dólares al año. Actualmente se invierte menos $800 mil millones de dólares en energía limpia. Ver cuadro Ver cuadro ACCIÓN POR EL CLIMA