Por otro lado, un dato importante es que el transporte de los participantes suele ser es la principal fuente de emisiones en un evento. Por eso, es importante planificar cuidadosamente las alternativas de transporte para reducir el número de vehículos particulares y fomentar opciones más sostenibles. Esto implica analizar y planificar el transporte tanto para el personal, provee-dores como para los visitantes del evento. Cabe destacar también que la organización de eventos requiere la adquisición de productos, servicios e infraestructuras que pueden aumentar el impacto ambiental. Para reducirlo, se puede establecer una política de compras responsables que considere criterios ambientales en la selección de proveedores y productos. Algunos de ellos pueden ser el uso de productor reutilizables, que disminuirá el volumen de residuos generado, y el uso de productos biodegradables, compostables o fabricados con materiales de menor impacto ambiental. Por último, es esencial que la producción y gestión de los residuos se realice de manera planificada y eficiente. Esto implica la implementación de soluciones innovadoras que fomenten la minimización de los residuos, el reciclaje y la mejora del entorno. Una buena planificación incluye instalar cestos y contenedores de gran tamaño tanto dentro del predio como fuera de este; conformar equipos de recolección en los diferentes espacios del evento; e implementar un sistema de clasificación de residuos, para separar y facilitar el posterior reciclaje de los mismos. TENDENCIAS