la mitad (70.000 ha) y la de cebolla (la principal hortícola producida en la zona) se redujo a 8.000 ha (Lucanera et al, 2023) migrando un gran número de productores a los valles de Río Negro. A su vez, se extendió la veda o receso invernal dedicado a las tareas de limpieza y mantenimiento anual de la red, de 3 a 6 meses. Dentro de la producción hortícola del valle, existe un productor familiar que llegó a la zona como migrante a fines de los años ‘70 acompañando el desarrollo del cultivo de cebolla y luego de varios años accedió a la compra de pequeños predios, abandonando de a poco el monocultivo de cebolla y di-versificando hacia otras hortalizas. Se trata de establecimientos con pocas hectáreas de concesión de agua que, durante los años de escasez hídrica, vieron afectados sus cultivos al no cubrir las altas demandas hídricas durante los meses de verano.