Una de las primeras definiciones de la estrategia fue definir los sectores prioritarios para regular, definición que se tomó a partir de la presencia del sector en el país (número de industrias), los sectores más denunciados y también los conflictos socio ambientales documentados. Así, el sector porcino fue el primero a regular. Sin duda, contar con una Estrategia para la Gestión de Olores permitió ir avanzando en acciones que finalmente crearon el escenario para poner en marcha la elaboración de la regulación ambiental de olores. Algunas acciones que surgieron de la Estrategia fueron: Homologación de normas técnicas para la medición de olores, a partir de normativa internacional. La existencia de estos estándares técnicos para la medición de olores, permitió uniformar criterios de medición de olores en un mercado de laboratorios que poco a poco se ha ido incrementando.