Si bien, la ventana para estabilizar las concentraciones de CO2 al nivel recomendado está cercana a cerrarse, la buena noticia es que tenemos una ruta para lograrlo. En diciembre de 2015, más de 190 países suscribieron el Acuerdo de París de cambio climático. Es probablemente el instrumento de cooperación internacional mejor diseñado en la historia para atender un reto ambiental. Su objetivo es estabilizar el incremento de temperatura en el planeta por debajo de 2ºC y preferentemente 1.5ºC. Para lograrlo, las emisiones de CO2 deberán reducirse 45% en 2030 y neutralizarse en 2050.