La emergencia climática está impactando en todo el planeta. Cada persona puede contribuir a mitigar la sobreexplotación de los recursos naturales, colaborar para garantizar el bienestar hu-mano y promover los beneficios que brinda la biodiversidad. Ya sea a través de prácticas agrícolas y ganaderas agroecológicas, la reforestación y la forestación, y la conservación de bosques, entre otras, las denominadas Soluciones Basadas en la Naturale-za (SBN) son hoy la vía más recomendada para reducir la degra-dación del suelo al tiempo que capturan carbono y generan diver-sos beneficios ecosistémicos. Según datos del Panel Intergubernamental para el Cambio Cli-mático (IPCC), del PNUMA (Programa para el Medio Ambiente de la ONU) y de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) las remociones y reducciones de emisiones de carbono de la agricultura, la silvicultura, los humedales y la bioe-nergía podrían contribuir en casi el 40% de los esfuerzos de mi-tigación de emisiones necesarios hasta 2030 para alcanzar cero emisiones netas en 2050. Asimismo, el PNUMA indica que hoy se destinan aproximadamente 133.000 millones de dólares al año a soluciones basadas en la naturaleza, de los cuales el 86% corresponde a fondos públicos y el 14% a financiación privada. No obstante, se necesitan medidas más urgentes. En este con-texto, los mercados de carbono pueden traccionar un muy nece-sario financiamiento privado.