Las preocupaciones de la sociedad forzaron grandes cambios en las empresas. El interés por el cuidado del medio ambiente llevó a que las compañías aplicaran estrategias mensurables para seguir siendo elegidas e incluso, para recibir financiamiento. En este sentido, el desarrollo sustentable en las organizaciones ha experimentado una evolución significativa a lo largo de los años. En sus inicios, se centraba principalmente en la conservación y protección del ecosistema. Sin embargo, con el tiempo, este enfoque se amplió para incorporar los aspectos sociales y económicos. Cuando en 1953, el economista estadounidense Howard R. Bowen forjaba el concepto de RSE, incorporaba una visión ética de los negocios, al involucrar también el compromiso de las empresas a contribuir a la mejora de la calidad de vida de la comunidad local en la que se inserta, es decir, sus clientes, proveedores y colaboradores. Los términos han ido evolucionando. Pasamos de la Responsabilidad Social Empresaria, al más abarcativo RSC (Responsabilidad Social Corporativa), que comprende todo tipo de organizaciones, independientemente de su tamaño, actividad o sector. Al mismo tiempo, se incorporaron vocablos como Sustentabilidad y Sostenibilidad los que, si bien son similares, no son lo mismo.