EMPRESAS La implementación de energías y tecnologías limpias así como la reutilización y el reciclaje de objetos y materiales están íntimamente relacionados con este concepto. Plasmado en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU, el desarrollo sostenible tiene como objetivo el erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos, a partir del progreso socioeconómico, teniendo en cuenta los cambios que experimentan las sociedades. Con el objetivo de dar respuesta a la demanda de integrar a la sociedad a la estrategia de inversión, emerge la necesidad de incorporar indicadores y ratios medibles -como parte de la información pública de las entidades-. Con el fin de establecer reglas de medición y normas de gestión específicas que muestren, en los hechos, estos logros por parte de los distintos actores involucrados. Es así que los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) comenzaron a resonar con fuerza, ya que proporcionan clasificaciones específicas en materia de sostenibilidad empresarial que la RSE no brindaba. Ambos enfoques de sostenibilidad priorizan la preocupación en el ambiente y la sociedad en la que operan las empresas. Una organización puede implementar ambos considerándolos complementarios, ya que colaboran con la gestión del impacto de la organización en su comunidad. Respecto a las diferencias, la RSE tiene un fuerte sustento en lo filantrópico y ético y se centra más en las acciones voluntarias que van más allá de las exigencias de la ley. El ESG, surge -desde la comunidad inversora- para identificar los rendimientos ajustados al riesgo (en base a una matriz de factores ambientales, sociales y de gobernanza) y destacar la relevancia para las oportunidades de capital. Dado que el enfoque implica objetivos medibles, los reportes de sostenibilidad basados en ESG permiten presentar datos cuantitativos. En contraposición, aquellos basados en RSE, presentan información cualitativa sobre el impacto social y sirven para comunicar externamente los objetivos y logros con respecto al desarrollo sostenible. La integración de los elementos de ESG en las prácticas empresariales se ha vuelto fundamental en el panorama actual. Las empresas que adoptan un enfoque responsable y generan un impacto positivo en su entorno tienen mayores posibilidades de construir una reputación sólida, atraer inversionistas comprometidos y generar resultados financieros sostenibles a largo plazo. En Argentina, la implementación de normativas tributarias relacionadas con la sustentabilidad se encuentra relegada por otras cuestiones económicas y fiscales que ocupan la agenda. Sin embargo, algunos distritos cuentan con regulaciones que otorgan beneficios o incentivos a las prácticas e iniciativas amigables con el medioambiente y la sustentabilidad en las operaciones. Existen, a nivel país, diferentes leyes y decretos que promocionan la producción y el uso de energías renovables. Además, Argentina es uno de los primeros países emergentes en gravar los gases de efecto invernadero, a través de la aplicación de impuestos sobre combustibles fósiles líquidos y al dióxido de carbono que fue establecido por la Ley N° 27.430 de reforma tributaria. Siguiendo las tendencias globales, es posible que a futuro nos encontremos con mayores impuestos que guíen a las empresas a realizar sus operaciones de manera más sostenible. Los desafíos que enfrentamos tanto en el mercado argentino como en el contexto global, son grandes. Desde las organizaciones la tarea es evangelizar con el ejemplo, promoviendo aquellas prácticas que priorizan la optimización de procesos para alcanzar modelos de producción y generando recursos más sustentables. Al mismo tiempo, impulsando políticas de diversidad, inclusión y paridad de género hacia dentro de los equipos. Esto no solo enriquece el intercambio por la gran riqueza de perspectivas sino que marca la diferencia en la experiencia que se brinda a los clientes. - Alejandro Chiappe Socio líder de Advisory en Grant Thornton Argentina y referente de Sustentabilidad y ESG.