Figura 1 Figura 1 Este esquema funciona en tres etapas: 1) Reducción: se aplica tecnología innovadora en productos químicos para lograr aumentar la eficiencia de ciertos equipos como torres de enfriamiento o calderas, generando la disminución del consumo o la reposición de agua fresca a estas unidades. Con química, con tecnología y digitalización, se puede disminuir hasta un 25% el consumo de agua. 2) Reuso entre aplicaciones: implica que dentro de la misma planta o industria, se insta a recuperar ese agua y darle una nueva aplicación o uso, por ejemplo utilizando el agua en su segundo uso para enfriar una caldera. Mediante esta tecnología, se puede generar hasta un 50% de ahorro de agua. 3) Reciclaje en el final del proceso tomando el agua que va a disposición (ya sea a un agua de rio, a una reinyección de pozo o al mar): cumpliendo parámetros para disponerla y con unidades terciarias o cuaternarias de tratamiento (la gran mayoría con tecnologías de membrana) pueden llegar a generarse el “cero vertimiento” o hasta el 100% de ahorro. En otras industrias adonde no se puede llegar al 0 vertimiento, se suele hablar de “mínimas descargas liquidas”. Jefferson Aragon, de la empresa de tratamiento de agua Ecolab, nos explica que “contar con estas tres R: reduc-ción, reuso y reciclaje del agua, sumado al desarrollo de plataformas digitales es, sin lugar a dudas, un valor dife-rencial para una compañía, que le permitirá mantener sus operaciones de manera verde, minimizando el agua utiliza-da mientras se maximizan resultados y salud financiera.” Tratamiento de aguas residuales. Fuente: Ecolab. Un ejemplo aplicado especialmente a la minería es la planta concentradora de extracción de cobre, adonde la innovación, investigación y desarrollo de productos quími-cos son muy importantes a la hora de contribuir al mínimo consumo de agua para evitar la incrustación y corrosión en las tuberías de recirculación. Manteniendo las tuberías limpias de incrustación se per-mitiría que un 75% del volumen del agua que consume la planta recircule. Si estos productos químicos no fueran los adecuados, este porcentaje se reduciría necesitando abastecer al proceso con otra fuente de agua, como por ejemplo un río. Foto propiedad de Ecolab. El riesgo reputacional en la industria minera es una pre-ocupación creciente en un contexto donde la demanda de agua supera su disponibilidad en muchas regiones del mundo y la responsabilidad de preservar este recurso vital recae en las empresas y autoridades. Tendencias globa-les muestran que entre el 42% y el 46% de las personas consideran que las empresas y autoridades no han con-tribuido en la conservación del agua y reconocen que son estas organizaciones las que tienen mayor responsabili-dad sobre el uso del recurso. En conclusión, la implementación de tecnologías avanza-das para la gestión del agua en la industria minera no solo es una necesidad imperiosa desde el punto de vista am-biental, sino también una oportunidad para promover la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa. Al priorizar la eficiencia en el uso del agua y adoptar prác-ticas innovadoras, las empresas mineras pueden reducir su impacto ambiental, proteger los recursos hídricos y ga-rantizar su sostenibilidad a largo plazo. La salud de la gen-te, del planeta y de los negocios depende en gran medida de una gestión responsable del agua en la industria mine-ra. - Maria Fernanda Di Stefano Estudio Alfaro Abogados - Con la colaboración de: Valeria Ayciriex Empresa Ecolab. Dentro del contexto industrial, especialmente en secto-res de generación de energía, manufactura, automóviles, alimentos y bebidas, se promueven estrategias de gestión integral del agua. Estas estrategias incluyen la reducción del consumo a través de tecnologías innovadoras, el reuso entre distintas aplicaciones, y el reciclaje del agua residual. Estos programas, usualmente llamados “Administración total del agua” (Total Water Management) no solo optimi-zan el uso del agua, sino que también reducen los dese-chos y las emisiones de gases de efecto invernadero, con-tribuyendo así a la sostenibilidad ambiental. MINERÍA