La descarbonización del sector La industria del acero de América Latina reafirma su total com-promiso con la transición energética y la reducción de las emisio-nes de Gases de Efecto Invernadero (GEI), en línea con los objeti-vos del Acuerdo de París. Sin embargo, la transición debe ser justa y con responsabilidades comunes pero diferenciadas. En la región tenemos ventajas en términos de recursos naturales, pero prioridades sociales y eco-nómicas diferentes a las regiones desarrolladas. Mientras China produce más del 50% del acero global, con una huella de carbono de 2,24 t CO2 / t de acero crudo, América Lati-na representa 3,3% de la producción global y su huella de carbo-no es de 1,55 t CO2 / t de acero crudo. Considerando la intensi-dad de emisiones de carbono mundial (1,91 t CO2 /t acero crudo) y de China, nuestro sector en la región genera 15% y 45% respec-tivamente, menos emisiones. Las empresas que producen acero en Latinoamérica están avan-zando a paso firme tomando medidas que reducen su huella de carbono: invierten en tecnologías para mejorar su eficiencia ener-gética; reciclan cada vez más chatarra; capturan los gases que se generan durante la producción y hacen posible que se vuelvan a utilizar, por ejemplo, en bebidas gaseosas. Además, aplican los co-productos del acero en la construcción de vías y en la produc-ción de cemento; incorporan energía limpia a su matriz energéti-ca y también investigan para descubrir nuevas formas de produ-cir acero, más limpio y sostenible, como el que se hace a partir de hidrógeno. INDUSTRIA