Dadas las características climáticas estacionales, los incendios forestales en las zonas de Cerrados en el centro de Brasil son co-munes y difíciles de prevenir. A pesar de que el fuego es un factor de estimulación de las plantas, como la ruptura de la latencia de las semillas, cuando cubre grandes áreas o se presenta con mu-cha frecuencia, puede causar daños irreparables a la naturaleza. El Cerrado (portugués: “espeso”, “denso”) es una amplia ecorre-gión de sabana tropical de Brasil. El Cerrado cubre 1.916.900 km² en el que se incluye el estado de Goiás, el Distrito Federal, la ma-yor parte de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y el estado de To-cantins, la parte occidental de Minas Gerais y Bahía, la parte sur de Maranhão y Piauí, partes pequeñas de São Paulo y Paraná. La prevención es difícil y costosa, y no hay más opciones de ac-ción correctiva que esperar a la regeneración natural, que sue-le ser lenta y, no pocas veces, con daños permanentes. Debido a sus cualidades fisicoquímicas que actúan en los procesos de regulación biológica, el agua ha sido considerada el principal ve-hículo para la propagación de señales de ingredientes homeopá-ticos, como sugieren estudios previos realizados con colorantes solvatocrómicos. Por lo tanto, tales insumos podrían, en teoría, insertarse en cursos de agua para estimular la regeneración del bioma destruido por el fuego.